El Prodigi en Artur Ramon Art Barcelona
EL PRODIGI es una exposición comisariada por Pablo Milicua y Artur Ramon que reinventa y actualiza el Wunderkammer o Gabinete de curiosidades.
La exposición es una mezcla de obras de arte de diferentes épocas y de objetos curiosos e incorpora piezas de artistas contemporáneos como Evru, Marcel-lí Antunez, Carlos Pazos, Yolanda Tabanera y el propio Pablo Milicua.
del 1 de octubre al 26 de noviembre de 2015 en Artur Ramon Art, Carrer Palla 23
http://www.arturamon.com/es/content/the-prodigy/
La naturaleza se contradice a sí misma.
Lo inquietante natural. El ternero de dos cabezas.
El Prodigio monstruoso como desarreglo de la realidad era entendido por los antiguos como signo premonitorio de la catástrofe. El universo trastornado da frutos incoherentes, excepciones radicales a las pautas observadas que constituyen lo normal. Estos fenómenos eran síntomas de un posible desequilibrio mayor que podía desembocar en cambios de magnitud cósmica.
El Prodigio es producto y señal del cambio, del advenimiento de otro mundo, de otro estado de la realidad.
Otro mundo.
El artista, como pequeño demiurgo, crea un mundo especular. La interferencia en el consenso de la realidad causada por la irrupción del otro mundo es la base del Prodigio. La interferencia causa extrañeza. El Prodigio es presentado como descripción de la naturaleza, pero en él reside la contradicción del artificio. Lo artificial como naturaleza humana.
Lo imaginario como representación de la realidad.
Enciclopedia de lo inexistente.
La colección como acumulación ordenada. La creación de un sistema reiterativo facilita los sistemas de comparación y comprensión. Establece un marco lógico que enmascara y justifica la pulsión de apropiación, de identificación caníbal que subyace en el impulso acumulador.
Híbrido.
El prodigio participa de varias naturalezas. Es imposible y contradictorio.
Sorprendente.
Un niño que sabe. Un burro que habla.
El prodigio no hace lo que le corresponde.
No se atiene a las limitaciones que lo definen.
Hace más de lo que se espera sin esfuerzo.
Es lo natural en él.
PABLO MILICUA